jueves, 28 de abril de 2011

Tu recuerdo permanece .

Si me voy antes que vos; si te dejo en estas tierras, no te asustes de la noche, que en la noche vivo yo.
Si me voy antes que vos; si es así que está dispuesto, quiero que tus noticias hablen del aire y del sol.
Quiero que siempre recuerdes lo que dijimos un día, que cada vez que te ríes río contigo.

martes, 19 de abril de 2011

Pequeñeces .

Festejar en vano las palabras desaparecidas en la bruma
Iluminar versos con las cenizas en tus labios
Recordar miradas perdidas en la arena
Escuchar silencios alejados en la lluvia
Pisar blando, tropezar los mismos pasos.
Sentir murmullos, temer a fantasmas olvidados
Soñar fracasos de octubre, otoños marchitos en tus manos.
Penar veredas mojadas con el brillo de almas condenadas.
Temblar de frío en otro inmenso sol de verano.
Disfrutar amaneceres sin el ardor de no reencontrarte.
Verte sonreír, tiritando en la cama, feliz, pero sin mí; sin nada.

domingo, 10 de abril de 2011

Como ayer .

Seguís sentado frente al monitor. Como ayer. Buscando alguna clase de compañía; pudriéndote en soledad. Ya es tarde para salir y la tele nunca tuvo nada para ofrecerte. Como ayer. Encuentras refugio en alguna alegre canción que hoy no busca curarte. Tus cansados párpados se debilitan mientras, aburrido, intentás explicar una y otra vez eso que nadie quiere entender. O que todos creen entender. Como ayer. Recordás lo tanto que lo esperaste y lo lindo que fue, pero no corrés con la misma suerte. Revuelves tu memoria y aparece otro pequeño nudo de nerviosismo junto a otra gran bocana de aire de satisfacción. Los ojos no caen del monitor aunque tu mente continúe algo más allá, como ayer, sintiendo que, paso a paso, continuás construyendo futuro. Inolvidables risas de esperanza junto a enormes corazones de amistad que nunca dejan de sorprenderte. Tachando metas, soltando globos, desempolvando frascos olvidados. Como ayer. Brillantes letras en la pantalla, y ahí, vos, en otra parte, libre por un instante, renovando sensaciones, imaginando. Como ayer. El tiempo no quiere parar y nunca va a parar, y no va a aplastarte. Corrés el mismo riesgo de perder, pero tienes una vida de ventaja. Como la brisa, reaparecen inesperadas oportunidades de demostrar lo que eres y escribir en papel lo que quieres ser, y hoy, no las dejarás pasar, no como ayer.