sábado, 13 de septiembre de 2014

Rebatir

Es fácil andar por la vida decepcionando gente, pero aún más fácil es decepcionarte a ti mismo. Decepcionar y andar por ahí. Decepcionar y continuar con la rutina. Decepcionar y aún luchar contra la idea de ser una mejor versión de uno mismo. Porque nunca se opta por ser otro. Habría demasiadas cosas por cambiar, habría demasiado por abandonar, y demasiado por crear. Solo buscar ser uno y empezar a creer que eso vale. El que tiene que disfrutar del resultado final es uno mismo; siempre el que menos lo hace. El que es pisoteado, el que reducido a un pequeño insecto y es aplastado mientras el crujido se opaca en ese ruido desgarrador. Ya ni siquiera aislarse sirve. Ya ni siquiera encerrarse a leer. Ya ni siquiera forjar una entidad falsa te dará esa seguridad que estás buscando. Nada te dará esa seguridad. Y no es el miedo el que te corrompe, es esa sensación abismal de sentirse inútil, de sentirse improductivo y con un averiado ojo crítico. Porque al fin y al cabo el único que queda cuando se van todos es uno mismo. Reflexivo, rebalsado de introspectiva, solo. Porque es esa soledad la que enfrenta los dos grandes polos de tu mente y tu cuerpo, tu fortaleza y tus miserias, tus simpatía y tus fantasmas. Fantasmas que se aferran en ese espacio entre la piel y la carne y a cada paso rasguñan los pliegues de tu cuerpo. Cuantos más sean, el dolor es más intenso. Existen momentos en que los gritos de alegría que presionan como la gravedad generan el completo estado de pasividad de esos malditos monstruos invisibles. Pero dura poco y hay que sacarle el mejor provecho posible. Allí es donde se liberarán todas las endorfinas suficientes que golpearán lo que viene de esa fragilidad, de ese desequilibrio. Pero a veces la única forma entender las cosas es cambiando el panorama, y caer sin límite nos muestra las cosas desde ese otro lado. En definitiva de eso se trata, de rebatir la búsqueda incansable para lograr una mejora. No para ellos, sino para encontrar empatía en aquel que se nos presenta cuando estamos solos.