jueves, 19 de junio de 2014

Verdades al volante

Bien, bien, está dura la cosa. Yo, viste', tengo laburo pero veo que la gente está muy loca. Está muy loca la gente. - comentó en dirección al joven que se encontraba agarrado al pasamano detrás de su oreja derecha - Te tiran el auto en las esquinas, te frenan de golpe, no tienen problema que te los partas al medio. Esto, viste', a veces no frena. Aunque la chancha - golpeando la palanca de cambios - se la banca.
Y no me puedo quejar, tengo un laburo digno. Va, qué sé yo... va, sí, es bien digno. Yo vengo de una familia humilde. Me crié allá en Virreyes, ¿viste? ¿Cómo es que le dicen? ¡Virreyes City! - improvisó una risa - ¡Ja! Virreyes City, qué chantas. Pero lindo igual. Los pibes de la cuadra, la vieja y la escoba, la pelota. - la puerta de adelante se abrió y un abrigado pasajero subió y entre apretujones sacó un boleto de $3 - Pero nunca me faltó nada. Mis viejo laburaba mucho, la vieja conseguía una changuita cada tanto, mis hermanos se encargaban de hacerme hombre, cosas de estilo, viste'. Comíamos todos los días, íbamos al colegio, a la cancha cada tanto... ¡a ver al Matador, papá! Las grandes épocas. - el timbre se escuchó. Desde el fondo una muchacha con sobretodo verde y botas negras miraba por la ventana de la puerta - Pero igual, antes no estaban todos tan locos, qué sé yo, ahora te matan por $20. Si se los das, quieren más y si no se los das te pegan igual. No entienden nada esos. O sí... y son re vivos los machos, sí acá entran y salen a toque: saludan a los policías y seguro que reparten lo que ganan. - se escuchó el soplo de aire de los pistones y la puerta crujiendo para cerrarse. Se hizo un silencio por un par de segundos - Te decía: yo estoy tranquilo. Tengo laburo, me pagan a tiempo, tengo obra social, los pibes van a colegio. Nada... ¿qué más puedo pedir?.
Aunque es difícil. Los pasajeros se piensan que yo no voy más rápido porque no quiero. Se quejan del tránsito como si yo tuviera la solución. Me critican el precio del boleto. "Señora, ¿qué me dice a mí? Yo manejo esta cafetera de mierda, no el país" le digo. Se lo toman mal, viste', seguro que es la forma. Aunque mejor que no me rompan los quinotos. Bastante tengo a mi suegra cuando me obliga a ir a visitarla todos los domingos. No sabés, ¡es inspor-table! Ahora se le dio por tener miedo a todo. Es que mira mucho noticiero, viste', y esos están cada vez más bravos. "Hombre muerto de un disparo mientras entraba el auto al garage", "Niño aplastado por una grúa en terapia intensiva", "El dólar está incomprable". ¿El dólar? - risa improvisada - ¿Desde cuando quiere comprar dólares? Sí, claro, y después me pide plata para los medicamentos.
No sé, no me importa, yo me voy a ver a Tigre y se me van los problemas por un rato. Va... se me agrega uno, esos terribles 90 minutos. 95, 96, depende el alargue  - carcajada - Laburo las nueve horas acá para tener un restito para ir a la cancha - el vehículo frena abruptamente y el chofer abre con velocidad la ventanilla - ¡Avanzá boludo, ¿qué no ves que está en verde?! - seguido de unos segundos de silencio -Viste cómo se mandó, ¿no? - nuevamente al joven a su lado - Pero vos sos pibe'. Yo a tu edad no tenía ni idea de lo que era este país. No sé, salía con la banda, me acostaba tarde, laburaba fisurado y me iba a acostar deshecho. Pero me la jugué a ser feliz, al menos durante esos años. Después conocí a la vieja, tuve el primero y bueno... hace 20 años que manejo el bondi, viste', ¡Y mirá lo feliz que estoy! - con ironía -
Mi viejo me decía que estudie. "No me jodas, viejo", le respondía y me iba a la fábrica de ahí de Rolón y Uruguay, viste'. Me rascaba bastante pero laburaba hasta los sábados. Con casco, casi todo eso. Porque acá los únicos que no laburan son los políticos. No hay nadie como el General Perón. ¡Qué tipazo!
Igual roban todos por igual. A nadie le importa nada. Después por unos mangos arreglan con lo que hay arreglar - y guiño el ojo al espejo retrovisor sobre su cabeza - y ya están en la playa tomando champagne. Y nosotros como unos boludos seguimos laburando para que los pibes crezcan enteros. Y resarle al que se cruce, viste', porque está salada la cosa. Mucha droga, mucho escabio, la frula. ¿Vos alguna vez probaste la frula? - El joven negó con la cabeza - Es díficial la frula, quedás re duro, no entendés nada. Pero es cara también, la toman los que la manejan, por eso este país es un quilombo. La tele es un quilombo.
Ayer veía ese programa de chimentos. Ese que miran todos... Eseee. Bueno, no sé, y era todo un puterío (¿viste? se usa mucha esa palabra ahora) "Qué esta me dijo", "que la otra me contestó", qué carta documento, pum, pam - soltó el volante para acompañar con un gesto en ambos brazos - Y vuelan cartas documento a quién sabe dios. ¡Están todos locos!
Pero la tele me sirve. Llegó re cansado, con la espalda dura y con la boca abierta me pongo a mirar tele. Boludeces, ¿qué hay de buena para ver? ¡Nada! Pero igual me sirve, viste', alguna novela agarro. Algún partido de esos que nada que ver, también. No sé, el Monterrey contra el Pachuca. ¿Qué carajo hago mirando fútbol mexicano? - río con fuerza - Pero viste', para escapar un poco de todo esto. Es que Argentina es díficil, viste'. Más acá en pleno quilombo donde estamos. Una vez casi me voy para afuera, pero qué sé yo... - Se hizo un silencio y el joven con voz gruesa pero algo inhibida le preguntó - ¿Y por qué no se fue? - el chofer lo miró con ironía y respondió - Uh, no, ¿estás loco vos? Te imaginás lo que es irse. ¿Vivir sin mate, sin esta locura? ¿Te imaginás? No, me muero del embole. No sé, qué sé yo, soy argentino con todo que conlleva, viste'.