A veces me gustaría sentarme a observar al viento mover las hojas.
Hay días en que solo quiero pensar y pensar, sin llegar a nada.
Ocasiones en las que veo el mundo debajo de mis pies, y llego a notar las pequeñas maravillas a mí alrededor.
Otras tardes en las que mi cabeza revienta, y me encuentro otra vez allí, perdido, buscando una posible huida de este horrible laberinto.
Extraño esas épocas en las que no buscaba aprobación de nadie; solo caminaba, te abrazaba y me escondía en tus ojos hermosos.
Siempre fue poco aquello que tuve para ofrecer, siempre fue poco lo que pedí a cambio.
Siempre buscaré aprender de los errores, pero nunca entenderé como llegué a perderte.
A ti dejo mis cosas
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario