sábado, 5 de marzo de 2011

Esquivando burbujas .

Los ojos cansados, los pies sucios, las manos lastimadas; indicios de un día que igualmente puede terminar en sonrisa.
El escenario dibujado para el trayecto de hoy intensifica las ganas de volar a por tus sueños.
Risas macabras se retumban desde la oficina de en frente; las ventas han aumentado.
Crece una ficticia felicidad por quien, como un animal, te da sus migajas para comer.
Lúcido, retuerces tus labios para esconder la furia que ese horrible ser provoca.
Un atisbo de esperanza e ilusiones recorre tu espalda: "qué lindo sería si...", pero no, no lo es.
Nada detendrá mi esfuerzo porque esto cambie.
Celestes cielos me verán envejecer pudriéndome en este aire sucio de ciudad. Abriré nuevas ventanas a otro futuro incierto y aceptaré que no tengo por qué engañarme: no tengo una vida ideal, pero así aprendí a vivir.

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