martes, 15 de diciembre de 2015

Deseo nebuloso

Esa mueca de inocencia de labios gruesos
Perfectos
La curva de tu cintura que se inunda de certezas
La profundidad del milimétrico punto del surco en sus ojos,
de la eternidad del silencio y de hombros rectos

Te quiero en la pestaña en tu nariz
Te quiero en tus lentes torcidos, en tu flequillo desdibujado
Te deseo en lo esencial del desayuno, en las reacciones bruscas de tu cuello
Me abstraigo en tu sonrisa y en el lápiz que presiona en tu cachete
Te siento en las pisadas en la arena, en un arreglo afinado
En la fotografía fuera de foco
Te extraño en la botella vacía, en el bostezo del mediodía

Y si las funciones de la valentía me sorprenden en el flujo de tus palabras
Y si la cobardía se pliega en tus ojos alegres
Encontraré las ideas para convertir mi mirada con culpa
En la cuchara que se acerca a tu boca
Al dedo que limpia el pliegue de tu labio
A tus cejas que se sacuden con la música

Mientras llueva con suavidad y no entiendas por qué llueve
Aunque no interpretes que alguien abandone tu apreciación para buscar otras respuestas
Igual te entiendo y aprecio tu inocencia:
En una mano sobre la mesa dejándose acariciar por la otra

Adoro el brillo de tus tobillos
El cruce de tus pies en reposo
Admiro tu astucia, tu sutileza, tu espontáneo despilfarro de risa, la densidad de tu cadera
Ahorro premisas de incentivos desinteresados porque colecciono tus miradas furtivas de aprobación
Locuras para la esperanza
Y aunque hoy las pausas de otro te acompañan en tu intrépido desenrriedo
Por menos que las gotas evoquen la necedad de este desacontecer
Nebulosa
Imprecisa
Alargaré las herramientas para imprimir en tu olvido las marcas que quiero que suplantes para siempre.

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