Piense. Obre. Sea sincero. No se engañe a sí mismo. Analice. Estúdiese. El día que se conozca a usted mismo perfectamente, acuérdese de lo que le digo: en ningún libro va a encontrar nada que lo sorprenda. Todo será viejo para usted. Usted leerá por curiosidad libros y libros y siempre llegará a esa fatal palabra terminal: "Pero sí esto lo había pensado yo, ya". Y ningún libro podrá enseñarle nada.
Salvo los que se han escrito sobre esta última guerra. Esos documentos trágicos vale la pena conocerlos. El resto es papel...
Roberto Arlt
creo qe ser sincero y no engañarse a si mismo alcanzan bastante.
ResponderEliminarabrazo loco. muy buen blog