miércoles, 22 de mayo de 2013

Amor a la sabiduría

Tú lograste encontrar la sintonía y reacomodar tus prioridades. Al Atravesar los peldaños de la incontinencia desterraste remordimientos.
Ese extraño ser que revienta contra su inestable imaginación supo desparramar tus palabras entre la almohada aún caliente. Esa inoportuna idea surgida frente a ráfagas de inspiración perdió todo su valor al contacto con tus labios y murió avergonzada al nunca haber sido.
Confundido, mi antigua alma (mis ideas, no mi dudoso espíritu) aprendió a valorar el reflejo de aquel misterioso ente que, ante el solo hecho de existir, ya formó parte de este apagado mundo de conceptos. En resonancia, además, reconoció a esa silueta destellante flotando en un manso río, la misma que barrió el polvo de tu rastro invaluable; y notó, en pleno proceso de unión de moléculas, que a pesar del constate cambió, él era yo.
Un "yo" de aquel entonces que por lejos no es el "yo" de ahora, que tampoco será el mismo que supo escribir las palabras que nunca leerás.
Esto que soy, el que desdeña dolorido la fragancia de tus dedos y continúa en la lucha por abandonar la joroba de tus confusos valores.
La unión propuesta, como la suelta amarra que te ataba a mis conocimientos, como el nihilismo de un dios agonizante, perdió su rumbo al encontrar imposible abrazar tu cuerpo de igual manera. Tal y como lo había hecho segundos atrás.
Por eso es que en el mismo papel que convertiré en cenizas divulgaré mis ambiguas palabras y transformaré para siempre los retazos de desencuentro que alguna vez luche por enseñarte. Injustificada serán esas contradicciones, tal vez, pero, privado de mi libertad mental, he perdido los verdaderos razonamientos. Buscarán las razones para convertirme en loco, castigarán mi sangre entre grandes barrotes, pero nunca encontraran estas confesiones y mucho menos lograran envenenar esto que flota en mi mente.

1 comentario:

  1. Puedo sentir ese mundo existencialista. Cómo estás Tattón? Te quiero invitar a participar de un nuevo espacio para escritores y lectores. Si querés podés mandarme un mail a agustinaseeber@gmail.com y te cuento de qué se trata. Sería lindo leerte ahí. Te mando un beso, Agus

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